domingo, 26 de octubre de 2014

Drácula la leyenda jamás contada

La primera de esta nueva saga de películas de monstruos clásicos con universo compartido para intentar emular lo conseguido por Marvel ya ha llegado a nuestros cines. La película nos cuenta el origen de como Vlad el Empalador se convierte en el monstruo chupasangre que conocemos,  y ¿Cuál es el resultado? Entretenida, espectacular y al mismo tiempo decepcionante.


Primero hablare de las cosas que me han gustado de la película.

La cinta nos mantiene entretenidos de principio a fin, su acción no se hace empachosa y la interpretación de Luke Evans como Drácula es muy buena.

Ver los poderes del príncipe en acción es genial.


La historia está rodada con aire muy similar al que podemos ver en series como Juego de Tronos, siendo una película de acción que complacerá a los aficionados al cine épico-fantástico, dándonos como resultado una película muy decente en ese aspecto.

¿Entonces dónde está el problema? ¿Por qué decepciona? Pues exactamente en eso mismo, que es una película de acción, cuando si hablamos del Drácula clásico debería ser una película de terror.


El cambio de género realmente no es punto más débil de la película, ese sería su guion si conoces bien el personaje escrito por Bram Stoker. Si buscamos una película entretenida y de acción, como he dicho antes, la cinta funciona bien, el problema aparece cuando lo que busca el espectador es a Drácula. Vlad el empalador era un cruel dictador que mataba de manera muy sanguinaria a sus enemigos para causar terror, normalmente dejaba campos repletos de cuerpos clavados en estacas, de ahí su apodo y cuando se convierte en Drácula es todo un caballero que conquista a sus víctimas para chuparles toda la sangre.

Según esta historia Vlad es un buen tipo, alguien cariñoso y amable que quiere proteger a su reino, pero que ha cometido actos terribles en el pasado para mantener a los turcos alejados. Cuando su tierra se ve de nuevo amenazada por el imperio turco y su familia corre un gran peligro, este decide sacrificarlo todo para protegerlos, convirtiéndose en un monstruo sanguinario que acabara por acosar a toda la humanidad.

Todo esto concuerda perfectamente en los orígenes de Drácula, pero es a partir del momento en que este se convierte en el vampiro cuando empieza a defraudar al fan, en vez de convertirse en un verdadero monstruo que amenace a todo ser, sigue siendo un hombre bueno, que protege a todos los suyos y su familia, incluso cuando al final del film vemos como lo pierde todo y ya no tiene motivos para conservar su humanidad, Drácula sigue siendo el bueno de la película, añadiendo además un avance en el tiempo situándolo en nuestro presente, en el que vemos que Drácula es un tipo muy sociable y normal.


En ningún momento llegamos a ver a aquel Drácula clásico de las películas de la Universal en las que supuestamente se basa este film, ¿Dónde está el Conde Drácula? Ese ser oscuro pero amable y educado que te conquista, pero que en el fondo, no es más que un cruel demonio que quiere chuparte toda la sangre.


Por todo eso digo que la película cumple como cine de acción y que seguramente encaje en una divertida saga en la que se crucen todos los monstruos, pero no es el Drácula clásico, por lo que me temo que el resto de películas como La Momia, el Hombre Lobo o Frankenstein cuando salgan tampoco cumplirán ese papel de criatura de la noche, sino de héroe de acción al más puro estilo comic Marvel.



Lo mejor:
Ver los poderes de Drácula y como pelea.

Lo peor:
No es el Drácula prometido de la Universal

Mi puntuación seria de 7 sobre 10


 Por: Herc                 

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