Final Fantasy X es el último juego de la famosa saga Final Fantasy desarrollado únicamente por Square, o como es conocida más allá de Japón, SquareSoft.
Antes de comenzar el análisis me gustaría dejar claro que este juego fue mi primer juego de rol, y por tanto le tengo un aprecio especial. Se trata de un juego de Rol con combate estratégico por turnos como ya mencione en la anterior reseña de videojuegos este tipo de juegos son mis favoritos.
Final Fantasy X nos pone en la piel de Tidus, estrella del famoso equipo de blitzball los Zanarkand Abes, de repente nuestra ciudad se ve atacada por diversos monstruos y cuando finalmente piensas que has acabado con ellos, somos absorbidos por un monstruo gigante llamado Sinh.
A partir de ese momento llegamos a Spira un mundo desconocido para nosotros, una misteriosa chica llamada Rikku nos ayuda, le preguntamos por Zanarkand y ella nos dice que fue destruido 1000 años atrás.
Teniendo como objetivo regresar a casa comenzamos nuestra épica aventura, en la cual encontraremos pistas sobre nuestro padre desaparecido, y nos veremos envuelto en el peregrinaje de Yuna, una invocadora que como muchos otros tiene como objetivo invocar al Eon Sagrado y librar al mundo de Sinh aunque solo sea por unos años.
La historia acaba siendo un popurrí entre magia, religión y romance. Donde descubriremos quienes somos y la verdad sobre Sinh, Spira y Zanarkand.
Los personajes tienen un diseño muy característico, Spira es un mundo donde conviven diferentes razas, religiones y tecnologías, por tanto cada uno representa de alguna forma la ideología a la cual pertenece.
Si hablamos de los combates, utilizan un sistema llamado, sistema variable por turnos, en el cual dependiendo de nuestra acción podremos actuar en un orden u en otro, sin tener que preocuparnos por decidir rápidamente es conveniente pensar cada movimiento antes de ejecutarlo, sobre todo en las batallas más complejas.
Cada uno de nuestros héroes tiene un estilo de combate propio, como es habitual en este tipo de juegos cada uno cumple un rol específico para el equipo, uno son mejores con la magia, otros tienen mayor defensa, otros son más rápidos….etc. Por tanto conviene llevar un equilibrio entre todos para sacarle el mayor partido al potencial de nuestros personajes.
Dentro del combate las acciones que podemos realizar son las típicas: atacar, usar magia, realizar algún tipo de acción especial, como por ejemplo “ robar”, realizar alguna técnica de ataque, como por ejemplo “ataque rápido”, utilizar objetos y si tenemos la barra al máximo realizar un súper-ataque, el cual recibe el nombre de turbo. Cada personaje tiene diferentes turbos, los cuales se van desbloqueando a lo largo del juego, antes de realizarlo tendremos la oportunidad de potenciarlo realizando un pequeño minijuego que determinará la eficacia de nuestro súper-ataque. Además nuestra invocadora particular podrá invocar a un poderoso Eon que luchara de nuestro lado.
Los enemigos finales, o los bosses, no son demasiado abundantes, pero si lo suficiente para mantenernos alerta y con las barras de turbo listas, la mayoría de ellos tienen ciertos puntos débiles o patrones que debemos analizar para poder salir airosos de un enfrentamiento contra ellos.
Los atributos y las habilidades de nuestros personajes están muy bien estructurados por el llamado, tablero de esferas, este es el método para ir subiendo el potencial de nuestro personaje a la vez que vamos subiendo niveles. Cuando subimos un nivel obtenemos un punto de movimiento dentro de este tablero que iremos llenando de esferas que a su vez aumentarán los atributos de nuestros personajes. El juego incluye el tablero fácil para novatos y un tablero experto para jugadores más experimentados, si bien el resultado final será el mismo.
La cantidad de armas y objetos es bastante estándar, si bien se agradece la oportunidad de modificar las armas a nuestro gusto o de utilizar la alquimia para crear nuevos objetos. También es de agradecer la presencia de diferentes minijuegos a lo largo del juego, destacando el blitzball, el cual es un deporte inventado para este Final Fantasy, y por supuesto las carreras de Chocobos, aunque hay muchos más. Hasta se creó un idioma propio para el juego, el albhed, el cual podremos ir descifrando poco a poco recogiendo diccionarios por todo Spira.
Si hablamos de la dificultad del juego, esta como en todos los juegos de este tipo depende del jugador, a mayor tiempo se quede farmeando monstruos para conseguir más nivel y mejor equipo, más fácil le será completar la historia. Si bien el juego cuenta con diferentes secretos que incrementan aún más la ya extensa duración del título y que le añaden rejugabilidad.
La banda sonora fue compuesta por Nobuo Uematsu, Masashi Hamauzu y Junya Nakano es simplemente memorable, uno de los puntos fuertes del juego sin ninguna duda. Poco que comentar, muy bien trabajada, resalta y agranda las emociones que debe de transmitir la historia. Además la calidad de algunas cinemáticas es increíble.
Para terminar como opinión personal comentar que Final Fantasy X es un título imprescindible para cada jugador de PS2, PS3 o PSVita que le guste el rol estratégico, una buena historia y un estilo de combate muy bien balanceado, es en mi opinión la última joya de la saga, la cual fue traicionando su propia jugabilidad a partir de la fusión entre Square y Enix.
Lo bueno:
La Historia.
La caracterización de los personajes.
Los combates y el sistema de batalla.
El tablero de esferas.
Duración y cantidad de secretos.
La banda sonora.
Los minijuegos.
Lo malo:
Algunas partes pueden resultar repetitivas, sobre todo si vamos a por el 100%.
El romance parece forzado.
En algunas partes la historia flojea o simplemente se vuelve demasiado infantil.
La continuación “Final Fantasy X-2”, nada que ver con el primero.
Por: Akirion
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